TERRICIDIO

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"Terricidio -nos dice la autora- es la forma de destruir la vida en todos sus modos". No se refiere tan solo al arrasamiento de los ecosistemas tangibles sino también, con igual o mayor relevancia, al del mundo perceptible, incluyendo la dimensión espiritual, los saberes y conocimientos de los pueblos, las fuerzas del universo que todo lo crean, y la ancestralidad de muchas comunidades que han sabido cultivar dichas fuerzas a través de sus prácticas de hacer la vida sin destruirla. Este libro excepcional de Moira Millán nos invita a una verdadera restauración ontológica de los territorios y a una reinvención del humano: una transición del humano competitivo e individualista a uno que le apueste a la cooperación, la sanación y el Buen Vivir, donde todo lo diferente -todo lo vivo- sea acogido como legítimo en la convivencia. Se trata de una nueva ontología que nos permita otras formas de habitar la Tierra. Esta potente obra nos conmina a trabajar por este renacer, a convertirnos en cuidadoras y cuidadores de la Tierra viva, a transicionar colectivamente en la dirección de este sueño.
Arturo Escobar

 

«El kvme mongen es el estar en armonía. El estar bien con la familia, con los seres que amamos y también con todo lo que nos rodea, incluso aquello que percibimos, pero que no vemos, como las fuerzas vitales, Pu Ngen, energías, espíritus que originan la vida. Es estar bien con los otros seres de la naturaleza, con el río, la montaña, el bosque. Es estar bien con el cosmos, con los ancestros y con los espíritus de los que ya no están. Es estar bien con el mundo».

 

«La revolución telúrica se extiende hacia todos los habitantes del planeta, indígenas y no indígenas. Esta es la posición que abrazo: creo en el despertar de los hacedores y las hacedoras de una nueva matriz civilizatoria que genere una revolución de pensamiento, que cambie nuestros valores y nuestra forma de concebir la vida».

 

«El despojo no solo significa el desalojo de las comunidades indígenas. También lo perpetran cuando nos quitan el acceso a ríos, montañas, lagos, bosques y, de manera estratégica, reducen nuestros espacios de interacción, de percepción y de crecimiento integral. Es un modo de domesticarnos. Las personas no defenderán aquello que no conocen».